Lo que nunca hablamos con nuestros socios

Icono Taller A  PENSAMIENTO

Hace unos años, salí a montar en bicicleta con mi socia. Ese día, ella se accidentó en la carretera; el susto fue terrible. Fuimos al hospital más cercano, su casco quedó partido, y ella estaba totalmente desorientada. Afortunadamente, no fue nada grave, pero a partir de ese momento comencé a plantearme una serie de situaciones que nunca había considerado y para las cuales no tenía respuesta, situaciones que, de materializarse, impactarían el desarrollo de la empresa y mi estabilidad personal.

A muchos nos pasa que, al emprender y comenzar nuestras empresas, con la emoción del inicio, nunca nos tomamos el tiempo para tener las conversaciones difíciles que deberíamos. Es normal; los seres humanos tendemos a evadir el conflicto que creemos que una conversación difícil puede provocar. Sin embargo, no veo otra forma de construir relaciones de largo plazo y de confianza si no es teniendo esas conversaciones que tanto tememos.

¿Cuáles son esas conversaciones que he descubierto que no tenemos los socios?

Aquí les dejo una lista de verificación para que revisemos qué tan claro tenemos esto en nuestras empresas:

  • ¿Sé cuál es el estilo de vida que quiere tener mi socio?
  • ¿Sé cuáles son las fortalezas de mi socio? ¿Le estoy exigiendo desde sus debilidades o desde sus fortalezas?
  • ¿Sé cuál es la aspiración económica de mi socio?
  • ¿Sé cuál es el propósito personal que mi socio busca desarrollar a través de la empresa?
  • ¿Tengo clara la diferencia entre ser socios y ser empleados de la empresa?
  • ¿Sé cuáles son las actividades de la empresa en las que mi socio puede brillar más?
  • ¿Tengo claro si mi socio planea quedarse en la empresa por un tiempo determinado o indefinido?
  • ¿Tengo claro qué hacer si mi socio se casa? Si las acciones de la empresa entran en una sociedad conyugal, ¿qué impacto tendría una eventual separación en la empresa?
  • ¿Tengo claro si mi socio quiere tener hijos o no? Si decide ser un padre o madre presente en la crianza de sus hijos, ¿cómo manejará su disponibilidad de tiempo o presencia en la empresa?
  • ¿Tengo claro qué hacer si mi socio fallece? ¿Y si sufre una invalidez que le impida continuar en la empresa? ¿O si decide irse a estudiar al extranjero o simplemente quiere tomarse un año sabático desconectado al 100% de la empresa?

-¿ Tengo claro si mi socio tiene alguna condición sicologica o siquiatrica y cómo manejarlo desde la relación cómo socio, en las actividades de la empresa?

  • ¿Tengo claro cómo proceder si nos ofrecen comprar la empresa? ¿Sé si queremos una empresa de estilo de vida o una empresa para crecer a costa del estilo de vida?
  • ¿Tengo claro cómo debe salir mi socio de la empresa si no cumple lo que promete? ¿O si cumple, pero su propósito y enfoque profesional cambian y ya no involucran a la empresa?
  • ¿Tengo claras las faltas graves que justificarían que mi socio no continúe en la empresa?

Estos y otros temas más son vitales de discutir con nuestros socios, y normalmente no lo hacemos. Llevo más de 10 años trabajando con empresarios, y cuando les pregunto si tienen acuerdos de socios a este nivel, me miran sorprendidos y dicen: «Nunca nos habíamos preguntado eso».

Tener un acuerdo de socios es indispensable, un acuerdo integral. No me refiero solo a un acuerdo legal, sino a un acuerdo que incluya temas más allá de lo jurídico: temas psicológicos, de propósito, de ser, de autoconocimiento, y de cómo todo esto puede potenciar la empresa. He aprendido que es mejor exigirle a mi socia desde sus fortalezas y no desde sus debilidades, pero esto implica un proceso de apertura y vulnerabilidad, de poder conversar abiertamente sobre qué tipo de personalidad tengo, qué quiero verdaderamente sin temor, y cómo puedo alinear esto con la empresa para, finalmente, sentirnos más felices con lo que hacemos y sentir que a través de la empresa puedo desarrollar día a día el propósito personal. Soy una fiel creyente de que la empresa es un reflejo del socio; la marca, finalmente, refleja lo que somos como socios y cómo seres humanos.

No esperen a que ocurran eventos que no sepamos cómo manejar. Las sociedades son exitosas siempre y cuando tengamos acuerdos claros, que parten de conversaciones muy difíciles, a través de las cuales se construyen relaciones de largo plazo y de confianza.

Por último, no tienen que hacer esto solos, hay unos escenarios seguros y guiados, con profesionales expertos y con una visión integral para hacerlo y así lograr tener acuerdos de socios integrales en nuestras empresas.

¿Qué otras conversaciones se te ocurren que deben tener los socios, o que hayas tenido y te ayudaron a fortalecer la relación con tus socios?

RELACIONADO

Conversa con nosotros
¿Quieres asegurar el futuro legal de tu empresa?
Agenda una reunión con nuestros abogados expertos y recibe el acompañamiento legal que tu empresa necesita.